Huele a verano,a madrugada, a quitar la vista de la carretera para besarnos, en plena noche, en plena curva. Y sino hay sitio para aparcar, tú vas y lo inventas. Bendito morbo de tontear con el riesgo y con el botón de tus pantalones mientras conduces. Te pierdes en mis piernas, nos perdemos en la carretera y nos encontramos a besos, en nuestras manos, en el asiento.
Y yo, que con una mirada tuya, te seguiría al fin del mundo, me dejo liar. Tú tan "Me muero por comerte" y yo tan "Me muero porque me comas".
Huele a salitre y a tu camiseta desabotonada, llena de arena. Es el verano en el que decidí romper con los helados para lamerte solamente a ti. No te cambiaba por nada, ni aun cuando me abrazas y me erizas zonas de la piel que no sabía que se podían poner de gallina.
Lo mejor del verano se ha venido conmigo.
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