viernes, 18 de septiembre de 2015

Siempre había pensado que mi cama era demasiado pequeña, demasiado humilde como para poder compartirla con alguien... pero desde el día en que me dejaste, te dejaste, nos dejamos caer en ella, se me antoja demasiado grande como para usarla yo sola, sin que tú estés.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Eres a veces daño, otras trampolín, unas abismo, pero siempre refugio. Me haces crecer como persona, y no quiero cansarme nunca de demostrarte que no quiero irme, ni que me dejes ir, ni que te vayas.

Y parece mentira, pero ya han pasado más de 100 días desde que nos conocimos, y siempre, siempre, siempre, fuiste bello porque nunca hubo barreras nítidas entre la amistad, el amor, el deseo o la admiración.

Que cuando faltas, me transformo en una montaña de miedos, ansiedad que acababa transmitiendo a mi alrededor. Pero nunca, nunca, nunca, pienso sentirme responsable de tu ausencia.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Ansiedad

Cuando me despierto tras haber estado soñando contigo toda la noche y me doy cuenta de que no estás.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Es cierto que, cuando se habla de felicidad,
siempre faltan palabras para describirla.
Es cierto que, para describirla,
siempre hay que conocerla.
Es cierto que, la felicidad
ni se describe ni se conoce, se siente.
Y yo, siento que una parte de mi felicidad
empieza a tu lado.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Un poquito de las mejores palabras de Sara Búho,

...palabras que me llegan al alma, porque ya formaban parte de la misma, pero llegó ella y las puso por escrito. 



Sólo quería que tuvieras la luna un poquito más cerca, 

que supieras que nada es tan difícil,

si dejas de pensarlo un momento,

si me dejas. 

La magia está en hacerte/ hacernos reír a carcajadas.

Y hacerte sentir tú, que seas. 


Qué relativo es existir desde que tú me miras.

No es que no existiera, existía en otras vidas: en la de mis amigos, conocidos, familiares. 

Y en la mía, claro.
Pero no existía en tu mundo. 

No me habías visto.
Ahora me miras. 

Ahora existo para ti y, para mí, es otra forma preciosa de ser.

Y sin embargo, te quiero.

Ojalá entiendas algún día, todo lo que te quiero. Ojalá dejes de tener miedo para empezar a tener la certeza de que por ti lo daría todo. Ojalá dejes de considerarte un problema y empieces a pensar que eres, lo mejor que se ha cruzado en mi vida.
Ojalá me dejaras proporcionarte todo el cariño, y el amor que te tengo preparados.
Ojalá pudieras olvidar tu cárcel para empezar a vivir de verdad todo lo que querías, buscabas y no te supieron dar nunca. Porque follar con alguien es fácil, muy fácil, lo sé por propia experiencia, de primera mano, pero besarte el alma, dejar huella, hacerte feliz, eso, eso no lo hace cualquiera.

Ojalá que nos queden adiós que escondan hasta luegos.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Una vez te dije que más de una vez he trasnochado por quedarme a leer un buen libro...

...ahora reconozco, mientras leo las palabras que te escribí en su día y a las 0:50 , que eres mi mayor inspiración y posiblemente, de la mejor literatura que haya saboreado nunca. 


[x/xx/xxxx, xx:xx] (Has conseguido que me arrastre y que luche, como no lo he hecho por nadie y por nada en mi vida).
[7/27/2015, 11:46] Hola. Yo también estoy aquí y no he conseguido quitarte de mi cabeza. Sigo necesitando-te. Aquí me tienes.
[7/27/2015, 11:48] Como te dije en su momento no me has causado ningún daño. Al contrario me has dado mucho más de lo que nunca hubiera pensado, cada vez que hablábamos me sentía completamente libre. Y como te dije, sigo esperándote, porque no puedo hacer otra cosa.
[7/27/2015, 11:52] Lee bien esto […] ni eres un problema ni has provocado alguno. Al contrario, es que no sé cómo decirlo sin decir tacos, no eres un puto problema, eres...de lo más bonito que me ha pasado nunca, joder.
[7/27/2015, 12:02] Es más si fueras un problema para mí. Que no te quepa la menor duda que yo hubiera sido la primera en finiquitar esto y dejar de tener contacto contigo. Pero no, no lo eres.
[7/27/2015, 12:02] Eso es lo que me da rabia, que no lo eres y no sé cómo explicarme o demostrarte que no.
[7/27/2015, 12:16] Yo sigo echándote de menos y sigo queriendo verte.
[7/30/2015, 21:20] Lo entiendo, entiendo que te echaras para atrás, eso dice mucho de ti como persona.
[7/30/2015, 21:23] Como te dije en su momento, no he escrito nunca nada a nadie tan mío, tan personal, tan sincero...todo, absolutamente todo lo que te dije en mi mensaje para despedirme es verdad.
[7/30/2015, 21:24] La diferencia entre el resto de personas y tú, es eso, que el resto sobra, tú no.
[7/30/2015, 21:30] Me he leído ese mensaje demasiadas veces, cuando me fui a Noruega, no paraba de leerlo todas las noches, no paraba de darle vueltas, y es que la respuesta a todas mis preguntas siempre era la misma: sí, vale la pena y sí, sigo pensando exactamente lo mismo que te escribí en su momento.

[x/xx/xxxx, xx:xx]Nunca me he sentido tan bien con nadie más, tan libre.

martes, 8 de septiembre de 2015

"He querido, he adorado y he amado. He sentido mucho en poco tiempo y nada en mucho, y no me arrepiento."

lunes, 7 de septiembre de 2015

¿A qué le temes?

Me pidió tiempo, ¿acaso no sabe ya que siempre estaré para él, que siempre me tendrá para él? Una vez le pedí que me dejara, pero que me dejara hacerle feliz, en infinitos sentidos. Sin embargo, hay algo que siempre le hace salir corriendo. No logro comprender porqué, a lo largo de su escaso espacio de tiempo vital, solo se ha topado con gente que solo ha conseguido destrozarle. Es normal que ahora tenga miedo, que no confíe, que no quiera volver a arriesgarse.

Pero, ¿y si yo necesito a alguien que se arriesgue?, ¿estoy dispuesta a aguantar y aguantar lo que haga falta? ¿para qué? ¿para que al final la respuesta sea un NO? Joder, el precio a pagar es demasiado alto. Le quiero en mi vida, le quiero.


Lo que me tranquiliza y me enorgullece de mi misma, es que, en estos ocho días que ya han pasado, me he dado cuenta de que con cada caída y con cada golpe de muñeca, me vuelvo más y más fuerte. Me he dado cuenta de que le quiero, sí, pero que no le necesito en mi vida para ser feliz, porque ya soy feliz. Me he dado cuenta de lo bien que me encuentro estando sola, de lo gratificante que es saber que me valgo por mí misma para todo. Que primero estoy yo, y luego, luego ya vendrá él.


Lo que me mata es que aun no se ha dado cuenta de lo mucho que puedo ofrecerle, de lo mucho que ganará si se arriesga. Un momento, a lo mejor, soy yo la que peca de extremo narcisismo. Puede que no sea yo lo suficiente buena para él, que no esté a la altura de sus expectativas. Puede que un sinfín de palabras bien escritas y desde lo más profundo de mi alma no basten hoy en día para demostrar hechos y verdades.

Pero, entonces, ¿qué es lo que necesita una persona hoy en día para tener dicha certeza? Ni estoy dispuesta a morir por nadie como en siglos pasados, ni estoy dispuesta a llevarme a nadie a la cama por conseguir vagas muestras de cariño a cambio. Y, de nuevo, me topo con algo que no para de hacerme reflexionar. Por qué si le duele que solo se fijen en su persona por su físico, cuando aparece alguien que lo valora como se merece, tiene miedo. Por qué.


¿Hedonismo?

Piensa en la cantidad de dinero que ahora tendrías si no lo hubieras gastado en fiestas, en ropa, en calzado, en hierba, en tabaco, en viajes...Ahora mismo, no digo que serías rico, pero si tendrías una gran cantidad de pasta con la que hacer algo lo suficientemente grande en la historia de tu vida. 

Piensa en lo bien que te sentirías ahora, si nunca te hubieras dejado llevar por tus emociones, si nunca hubieras luchado por alguien, si nunca te arriesgaste por alguien... Ahora mismo no tendrías que lamentar ninguna pérdida, ahora mismo podrías seguir diciendo que no te han partido el corazón, que no has sufrido por nada de esas historias románticas/melodramáticas.

Piensa en las magníficas notas y resultados académicos cum laude que hubieras obtenido de no ser porque preferiste repartir tu tiempo entre el estudio y salir, disfrutar de tus amigos. 

Piensa en el tipín maravilloso que tendrías si hubieras dejado pasar aquella pizza, aquella hamburguesa con queso derretido o aquel helado de chocolate belga.

Y yo digo que me niego. Me niego a ser más rica, a aspirar a ser alguien que se siente orgullosa de decir que no he sufrido porque no he sentido, a tener unas notas espléndidas a cambio de no tener uno de los tesoros que más quiero, como son mis amigos. Me niego a tener un cuerpazo si para ello tengo que dejar de vivir. Porque vivir, es eso, dejar huella en el camino y que el camino te deje huella. 



sábado, 5 de septiembre de 2015

Te echo de menos

Hola enano, ¿puedo contarte algo? Te echo de menos, tanto, que me duele. En el estómago, en el pecho, en la cabeza. Hay algo que me oprime y no me deja respirar cuando pienso que te alejas, te marchas y que no habrá más de ti en mi vida.

Te echo de menos, a ti. Echo de menos a tu risa, tu sonrisa. Echo de menos acariciar tu pelo, y esa barba, uf, esa barba. Echo de menos perderme mirando en tus ojos, sinceros, y echo de menos la forma en que estos ven el mundo.Porque mirar es una cosa, pero que me mires tú, es otro verbo diferente.Echo de menos escucharte, a ti y a tu filosofía de vida, tu determinación y entereza, tu personalidad, muy diferentes de cuantas he conocido hasta hoy. Echo de menos tus manos...tus besos: en mi frente, en mis labios. Aquel abrazo en aquel banco. Echo de menos tu cariño, tu dulzura, tu paciencia. Echo de menos llamarte enano, aun sabiendo lo grande que eres. Echo de menos tu olor, el de tu perfume, el de tu piel, una droga de la que no quiero desintoxicarme. Necesito tu olor. Quiero dormir (si, ya, solo dormir, quién se cree eso) contigo. Necesito darte tu conflicto de intereses, o sexo del bueno, del que te mereces. Pasar la noche contigo, pero en Groenlandia, que dura seis meses. Echo de menos acariciarte, besarte en el cuello.

Echo de menos, incluso, tus imbecilidades, tus burradas, tus salidas de tono, tu chulería, que me piques, picarte, tus ganas de más, siempre más. Hecho de menos hasta las fotos. Hecho de menos, incluso, lo que no pasó.

¿Pero sabes qué es lo único que no echo de menos de ti? Mis ganas de tenerte cerca, de comerte entero, oh no, esas ganas nunca se han ido, nunca han desaparecido, y lo que es peor, incrementan día a día. Mis ganas de luchar por darte lo mejor de mí,  mis ganas por sorprenderte con detalles que sé que te sacarán una sonrisa, mis ganas de luchar por ti y demostrarte que sigo aquí, y que seguiré aquí, que valgo la pena, demostrarte que puedes tener la certeza de que en mi puedes confiar, para todo. Eres mi mayor vicio, porque nunca una boca me hizo querer volver infinidad de veces a por un beso. Y, sobretodo, tampoco hecho de menos las ganas de hacerlo contigo (una y otra vez), de que me lo hagas, joder, eso sí que me mata, de ganas.

Cómo no me vas a gustar, si solo tú, has conseguido que me guste a mí misma. Solo tú consigues que quiera ser un poquito mejor conmigo misma y solo tú consigues que me sienta completamente libre, que me sienta bien. Solo tú consigues que sea tan valiente como para no tener miedo de escribir estas palabras, consigues que no tenga miedo de ser completamente sincera con alguien. No te puedo prometer ser lo mejor que te ha pasado; pero créeme cuando te digo que me encantaría jugarme lo que sea, por intentarlo.



jueves, 3 de septiembre de 2015

Y un WhatsApp: No me agobies.
Lo más triste es que esta sociedad nuestra ha conseguido invertir los papeles.
Ahora si dices que sientes algo, estás loco.
Es muy pronto.
Muy arriesgado.
Poco inteligente.
Dime tú, cómo lo haces para no sentir algo cuando lo haces.
¿Cómo se finge la vida?

miércoles, 2 de septiembre de 2015

(Te quiero, solo eso)

Intenté ocultarlo demasiadas veces, intenté no decírtelo, Pero ya está, Lo hecho, hecho está. Por más que lo intentase, no podía aguantarme las ganas de decírtelo. Creo, sinceramente, que no es un fracaso. Es una liberación, es apostar el todo por el todo. Es sentirme tan libre ante ti, que el miedo al no ser yo misma es tremendo, es gigantesco, Prefiero arriesgarme, soltarlo, sin más, Como el que coge aire para respirar. Es lo mismo. 

Intenté hacerme la fuerte demasiadas veces. Ahora mismo, pienso, sinceramente, que eso es una pérdida de tiempo. Prefiero apostar, el todo, por el todo. Y sino sale bien, por lo menos tendré la certeza para decir, no fue posible, no pudo ser, no quiso que fuera, no fue. 

Me encanta poder decir que no he llorado aun por ti. Oh no, llorar no. El día que llore por alguien, que sea de felicidad, perdón, será por pura felicidad. Esa es una de mis mayores metas.